Llora, la tierra angustiada víctima del flagelo de una humanidad que la destroza. El ser humano habla de la crueldad del clima y de los desastres naturales pero se ensordece cuando la tierra a gritos pide compasión, y sí, la tierra tiembla pero de miedo a los humanos que la dañan sin piedad
Maria Alejandra Bedoya Gómez
Elizabeth Gallego Herrera
Maribel Valderrama Alzate
Juan Sebastian Saldarriaga Sossa
Egresados I.E El Salvador 2011
“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.” Albert Einstein.
Más que nuestra propia vida, se trata de intentar salvar el futuro, nuestro mundo es el eje central de la misma existencia; muchos ignoran lo que podría pasar si continuamos con la ideología de un súper mundo, al cual no le afecta los actos destructivos del ser humano, que no toma conciencia ni actúa frente a la realidad y por el contrario está contribuyendo a su propia extinción.
Es fácil hablar, pero son pocas las personas que realmente están trabajando por el bienestar del mundo, lo más decepcionante es que parece ser que éste fuera solo responsabilidad de esa minoría. ¿A caso todos no hacemos parte de él? Pues bien, es nuestro hogar y cada uno ejerce una responsabilidad sobre el destino de él. Nuestro compromiso es Pueblorrico, lugar donde interactuamos con la naturaleza, permitiéndonos disfrutar cada día de hermosos paisajes, descubriendo la inmensidad de nuestro municipio por medio de animales y plantas, de lo cual debemos sentirnos orgullosos y, de la misma manera, proteger y preservar lo que nos pertenece.
Tenemos un gran tesoro, que con el tiempo podemos perder, debemos trabajar unidos, para que en un futuro nuestros hijos y nietos disfruten del aire tan puro que hoy respiramos.
UN PLANETA QUE LE TEME A LOS HUMANOS
Llora, la tierra angustiada víctima del flagelo de una humanidad que la destroza. El ser humano habla de la crueldad del clima y de los desastres naturales, pero se ensordece cuando la tierra a gritos pide compasión, y sí, la tierra tiembla pero de miedo a los humanos, que la dañan sin piedad.
Aquí llueve, o mejor la tierra llora de dolor. Todavía hay tiempo de recuperarla, todavía hay tiempo de consentirla… de amarla. No esperes más, no te resignes a disfrutar lo poco que queda de ella… Si te acabas todo, ¿qué le espera a la generación futura?
Es un trabajo de todos, no sólo de las grandes industrias con planes de desarrollo sostenible y producción limpia. Tú también juegas un papel importante. ¡Manos a la obra, esta tierra nos necesita!
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