HOMENAJE AL MAESTRO JAVIER

“PUEBLORRICO, MI ESCUELA EN EL ARTE TEATRAL.”

Javier Alejandro Arredondo Raigoza

[Nota del Director: A Javier se le ha hecho mención de su ardua y excelente labor en el teatro no solo a nivel regional y departamental sino nacional e internacionalmente. Sus logros han sido registrados en diferentes medios de comunicación, en especial en el Periódico El Mundo. Al Maestro se le ha reconocido su talento en la Dramaturgia y es por ello que con la Obra Teatral “El Paso” ha tenido espacios de publicación en la revista “Dramaturgia en el Espejo: escribe tu propia Historia” del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia y en la revista internacional Ollantay donde será publicada su obra en diferentes Idiomas. Para esta ocasión especial hemos considerado que el mejor homenaje es el que ofrece sus propios estudiantes en el presente artículo]

Escrito por:

Maria Alejandra Bedoya Gómez - Elizabeth Gallego Herrera -

Maribel Valderrama Alzate - Juan Sebastián Saldarriaga Sossa

Egresados I.E El Salvador

“Todas las personas sueñan con ser felices, con ganarse el baloto y con el dinero comprarse casas, fincas, pasear, etc. No digo que eso sea malo, como dice el poema: “La felicidad, no tiene recetas... cada quien la cocina con el sazón propio” Javier Arredondo.

Cuando tenía trece años le surgió la idea de hacer parte del grupo teatral JUDAS y así se fue formando en el arte del teatro, caracterizándose por su espontaneidad, diversión y compromiso. Comenzó así la búsqueda de una felicidad “la cual uno no encuentra, ella lo encuentra a uno.” En fin, en ese encuentro fortuito de una felicidad, se dio su satisfacción como persona, deleite por el cual se fue transformando en un placer permanente para él, pues las artes escénicas permiten un encuentro con el mundo, con el ser humano y con nuestro propio ser, llegando así a la caracterización del personaje, independientemente de sus intenciones y sentimientos, pues quien viva el arte siente, es sensible al mundo. Por esta razón “el teatro es el teatro y la vida es la vida.” (Henry Días) “Con la diferencia de que el teatro se alimenta de la vida.”

Imagen del Periódico El Mundo

Hace cuatro años comenzó el duro trabajo de empezar a escribir obras de teatro. Confiesa que “la vida nos la dieron para lograr aprender y luego alguien nos preguntará: ¿Usted qué aprendió en su existencia?, y ese será el momento en el cual debemos responder: “aprendí para desaprender” partiendo de que “El que quiere conocimiento engendra grandes dudas”, por tanto el conocimiento del arte es infinito”.

La Escuela de Teatro de Pueblorrico, la cual dirige desde el dos mil dos (2002), y por la que han pasado personas sin límite de edad, le hace pensar que se congela en el tiempo: “No puedo negar que para mí, Pueblorrico ha sido mi escuela en el arte teatral, y que a éste le debo también que he podido realizar cualquier cantidad de montajes. Con toda esta experiencia he aprendido a combatir lo empírico _capacitándome día a día_, tratando que nuestro objetivo principal sea el de hacer personas y luego el de hacer teatro, aunque nadie lo vea o lo note los integrantes de la escuela de teatro resaltan por su rendimiento académico. Agradezco a todos los que durante los nueve años han apoyado el proyecto teatral contribuyendo a que este sea un muy buen proceso reconocido.”

INVITACIÓN

“Así que tú que estas deseoso y reclamas espacio, te invito a calmar tu hambre con tu aptitud y actitud como gestor cultural y descrestar en un trabajo que se siente desde el corazón y lograr que el público no olvide la imagen de la escena. Hay que hacer teatro porque urge, atrévete a ser responsable, disciplinado, espiritual… atrévete a exigirle a tu cuerpo.” Javier Arredondo Raigoza.

HOMENAJE EN ANTIOQUIA VIVE EL TEATRO