Contiguo a éste lugar fue construida la casa donde se fabricaba velas y
jabones
Si la riqueza la concebimos en
términos de “progreso” y “desarrollo” no sobra decir que la iniciativa de
algunos pueblorriqueños se vieron
materializadas con la generación de algunas actividades comerciales, sin
embargo, el gran tesoro de éste “Progreso” se basa fundamentalmente en sus ideas y en su efectiva capacidad de
aplicación. Para el año de 1920 ya se
hablaba de la existencia de tejares, trilladora y talleres de fundición, y
había artesanos que se dedicaban a las labores de talabartería, elaboración de
canastos y enjalmas. Tiempo después se creó una notoria fábrica de gaseosa
ubicada en la llamada “Calle del Comercio” que elaboraba los refrescos
“Kalmantina” y “Rocanela”, las cuales venían en un envase de vidrio, cuya tapa
era una bola de cristal o “cidra” la cual se suspendía en la parte baja del
cuello de la botella, y para ser destapada solamente se le impulsaba hacia abajo,
con el dedo índice, para así poder disfrutar de ese excelente producto.
Otra que sobresalió es la fábrica de chocolates “Cardona y Londoño”,
de propiedad de los señores Nicomedes y Gregorio Cardona Londoño, la cual tenía
sus instalaciones en la margen derecha del camino que conducía hacia el
municipio de Tarso, contiguo al puente sobre el río La Leona, en la vereda “El
Cedrón”. Fue una empresa que elaboró uno de los mejores chocolates de la
región, el que era llevado a la ciudad de Medellín y municipio vecinos.
Industrias como Fábricas de
velas, de pulpadoras, jabones y tabacos también tuvieron gran auge en la década
del cuarenta y cincuenta, pero que desafortunadamente fueron desapareciendo
paulatinamente.
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Revista Distritos - N°39 de 1981-.
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Revista Distritos - N°39 de 1981-.
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